Consejos para repasar en familia y así estar preparados frente a una posible emergencia.
En la mayoría de las ocasiones no sabemos qué hacer en caso de una emergencia y menos lo saben los niños de la casa. Por eso es importante reunirse con ellos para hablar del tema y explicarles que lo más peligroso de un incendio son los gases (humo).
-Eso es lo primero, evitar inhalar humo es primordial y para ello es necesario cubrirse la boca y nariz con alguna prenda húmeda (toalla, camiseta o lo que se tenga a mano).
-Después, para escapar del fuego siempre hay que moverse lo más pegado al suelo posible, idealmente gateando, ya que el humo tiende a subir y cuanto más cerca del suelo estén menos probabilidad de inhalar gases.
– Antes de abrir una puerta siempre hay que tocarla primero, y si está caliente, no abrirla bajo ningún concepto. Lo más probable es que al otro lado de la puerta haya fuertes llamas.
– Si están en un edificio, siempre bajar por escaleras, nunca por el ascensor, ya que el hueco del ascensor es una chimenea ideal para el fuego.
– Jamás detenerse a buscar objetos personales, mascotas, ni llamar por teléfono fijo. Sólo deben pensar en salir del edificio.
– Si se prende fuego en la ropa deben tirarse al suelo y rodar sobre sí mismos para apagar el fuego de la propia ropa.
Un simulacro de incendio con los niños es la mejor manera de que todos aprendan. Primero repasen los puntos antes mencionados y decidan un punto de encuentro en el exterior de la casa. Ahora viene un desafío que será el tiempo. Pónganse como objetivo que toda la familia esté en el punto de encuentro en el exterior de la casa en menos de 3 minutos. Cumpliendo ese tiempo a los niños les queda grabado que no hay que entretenerse en buscar nada ni a nadie. El simulacro debe incluir la protección de las vías respiratorias, salir de la casa a gatas pegados al suelo, etc. Si la primera vez no sale bien espera un par de días y repite el simulacro hasta tener éxito.