Si se te derrama algún líquido venenoso en la piel, los ojos o gases tóxicos, sigue estos consejos.
Veneno en la piel: Si se derrama una sustancia química en el cuerpo, quítate toda la ropa contaminada y lava bien tu piel con agua tibia, no caliente. Si la zona muestra signos de estar quemada o irritada, continúa lavando durante al menos 15 minutos. No utilices ungüentos, ni nada en la zona afectada. Lo mejor es que vayas a urgencias.
Veneno en los ojos: Enjuágate el ojo manteniendo el párpado abierto y echando un chorro continuo pequeño de agua tibia, no agua caliente, en la esquina interna de la nariz. Deja que el agua corra a través de todo el ojo para lavar bien la zona. Enjuaga por 15 minutos y luego asiste a urgencias.
Humos o gases venenosos: En las casas los humos venenosos pueden ser emitidos por un auto encendido en un garaje cerrado, orificios de salida de gas que no están bien sellados, estufas de leña, carbón o kerosene que no funcionan bien. En todos estos casos lo mejor es respirar aire fresco y acudir a urgencias. Incluso en una tarea doméstica limpiando con amoníaco y cloro a la vez, se produce gas cloramina, altamente tóxico. También debes tener precaución al manipular fuertes de productos de limpieza y solventes. Mantén ventilado el ambiente mientras uses estos productos y así evitar inhalar los peligrosos gases.