Las regulaciones para edificios en Chile son muy diferentes que las europeas.


Si bien el riesgo de incendio siempre existe, en Chile hay una gran diferencia con el inmueble que ardió en Londres; el tipo de construcción.


La normativa chilena obliga a que todo lo construido tiene que estar cubierto por la norma antifuego y se aplica según parámetros como el uso del inmueble, cantidad de habitantes, materiales y altura.


Los materiales de construcción, por ejemplo, deben ser capaces de resistir la acción del fuego por entre 15 y 120 minutos -según el tipo de inmueble-, que es el tiempo estimado para que los afectados por un siniestro puedan escapar.


Como los edificios hechos con hormigón y acero tienen alta resistencia, el mayor peligro para los residentes no es el colapso, sino el humo. Por eso, las zonas presurizadas (vías de escape) deben contar con áreas ventiladas y puertas que resistan 60 minutos y tengan un brazo hidráulico que las mantenga cerradas para contener el fuego.


No solo Bomberos está capacitado para enfrentar emergencias en alturas, sino que también en nuestro país se construye pensando en aminorar riesgos frente a un incendio. Sin embargo siempre hay que estar alerta a la mantención de la red húmeda y seca de los edificios, tener extintores a mano dentro de los departamentos y ser precavido.