Conocer algunas medidas podría hacer la diferencia y evitar un siniestro.
Es importante conocer normas básicas de seguridad contra incendios ya que es muy común cometer errores que en muchos casos pueden producir una emergencia.
Una de las equivocaciones más frecuentes es pensar que el agua siempre es útil para sofocar un incendio, cuando en ocasiones pueden empeorar la situación. Por ejemplo, en los casos que nos encontramos ante una sartén con aceite que ha originado una pequeña llama, si se nos ocurre tirar agua conseguiremos el efecto contrario ya que el vapor del aceite con el vapor del agua genera una gran llamarada que se puede convertir en incontrolable si no actuamos con rapidez. La forma más eficaz de apagar un fuego de este tipo es sofocar las llamas con una tapa o bien un trapo húmedo y de esta manera extinguir las llamas al cortar el suministro de oxígeno.
Otro de los errores comunes es salir de la vivienda y subir a las últimas plantas, porque la tendencia del fuego es ir hacia arriba. Lo aconsejable es cerrar las puertas y quedarse en la habitación y tapar con toallas húmedas los resquicios para que no entre humo mientras se espera a los bomberos.
En muchas tantas ocasiones ante la duda de una fuga de gas es importante no encender interruptores ya que la chispa que se produce al pasar la corriente podría ser el detonante del incendio.
En casos donde un incendio ha cubierto el espacio que nos encontramos de humo es común querer buscar la salida caminando, pero el humo siempre tiende a subir hacia arriba, así que cuanto más cerca nos encontremos del suelo menos riesgo tendremos, con lo cual siempre importante salir gateando.
Por último es otro de los instintos más frecuentes en caso de incendio el bajar en ascensor pensando que así escaparemos antes, pero es muy importante recordar que nunca debemos tomar el ascensor ya que son zonas donde se suele concentrar el aire caliente y el humo y pueden convertirse en una trampa mortal. Además el incendio podría afectar a los cables o la propia maquinaria.