El programa Legado Bicentenario, destaca en su libro “100 obras, 200 años” el inició de la habilitación e instalación del Museo del Cuerpo de Bomberos de Santiago.
Para Santiago unos de los días más trágicos del siglo XIX fue el 8 de diciembre de 1863, cuando durante la celebración de la solemnidad de la Inmaculada Concepción en la Iglesia de la Compañía, en la esquina de Compañía y Bandera, se desató un gran incendio durante el que fallecieron – se calcula porque no se conoció la cifra exacta – más de dos mil personas.
Como una medida para evitar que tragedias así vuelvan a ocurrir, pocos días después, José Luis Claro Cruz, impactado ante el incendio, publicó en el diario El Ferrocarril un aviso citando a todos los jóvenes santiaguinos dispuestos a combatir el fuego. Se presentaron cerca de 400 voluntarios. Con ellos se formó el germen de lo que más adelante sería el Cuerpo de bomberos de Santiago.
Con el fin de honrar estos 150 años de vida y de poner en valor y a disposición de la ciudadanía el material histórico y patrimonial que guarda bomberos, el programa Legado Bicentenario dio a curso a una serie de acciones destinadas a iniciar la habilitación e instalación del Museo del Cuerpo de Bomberos de Santiago, en el cuartel general de la institución.
Esto significa por una parte, continuar con la restauración de este característico edificio de 1895 en la esquina suroriente de las calles Santo Domingo y Puente, iniciado el año 2010 motivado por el daño que sufrió durante el terremoto del 27 de febrero. Así se habilitarán los salones interiores del edificio que se usarán para la muestra del museo. Junto a ello se está desarrollando una completa curatoría, con desarrollo conceptual, investigación bibliográfica y documental y un diseño museológico, al tiempo que se realizará una conservación de las piezas de la colección.
El patio interior del edificio se convertirá en una plaza abierta a la ciudadanía, con acceso permanente desde la calle Santo Domingo, donde estará la entrada al museo. De esta forma los santiaguinos ganarán un espacio público tranquilo y acogedor en medio del centro.
Por último, entre sus aspectos más notables, el muse considera reconstruir el antiguo balcón de la torre del cuartel para abrirlo a sus visitantes, donde, a 37 metros de altura, podrán tener una visita privilegiada de una de las zonas mas visitadas de Santiago.