Llegan las vacaciones de verano y el calor nos anima y nos empuja a las piscinas. En este verano, muchos niños pequeños van a estrenar el traje de baños. Van a disfrutar de su primera experiencia con el agua de la piscina. Otros niños usarán por primera vez los flotadores, "alitas", y otros disfrutarán de su primer "chapuzón" en el agua.
Es algo usual que a los padres les llega la pesadilla de no saber qué hacer para asegurar que sus hijos pequeños, de 1 a 4 años de edad, no se ahoguen en las piscinas, en las playas, ríos, etc.
Tips para que los padres estén tranquilos y los niños seguros:
Llevar a los niños a lugares seguros: Una piscina segura, es la que cuenta con: salvavidas certificado; botón de parada de emergencia de la bomba de circulación del agua; rejas para evitar que los niños jueguen a su alrededor; tapas en los drenajes; alarma de inmersión cuando no hay un guardián del agua; aro de salvamento y un teléfono de emergencia disponible las 24 horas.
Supervisión visual permanente: Una estrategia para que los niños permanezcan vigilados es nombrar un ‘guardián del agua’. Se trata de un adulto responsable de vigilar a los niños, que no se distraiga con el celular ni otras actividades. Es recomendable ese guardián sea una persona capaz de dar Reanimación Cardiopulmonar (RCP) y sepa nadar.
Educar y concienciar: Es necesario que las personas tengan claro que el ahogamiento es un evento rápido y silencioso. Los niños más pequeños no producen ruido al caer, se van de una vez al fondo y uno no se da cuenta. Bastan tres minutos de inmersión para que tengan paro pulmonar y cinco minutos para un paro cerebral, es por esto que hay que educar muy bien a los niños para que sepan el riesgo de las piscinas si no saben nadar.