Consejos para disminuir los riesgos de accidentes y enfermedades al reingresar a una casa que se ha inundado.
Siempre que sea posible, alejarte de la zona inundada hasta que la situación se normalice, para prevenir accidentes o enfermedades.
Una vez que entres a tu casa, examina paredes, pisos, puertas, escaleras y ventanas, para descartar peligro de derrumbes.
Inspecciona también los cimientos, buscando grietas u otros daños como tuberías de gas rotas o con pérdidas; cables eléctricos mojados; aparatos eléctricos mojados o sumergidos. Un incendio es el peligro más común después de una inundación.
Si huele a gas o se oye un soplido o silbido, abrir una ventana y abandonar rápidamente el lugar.
Trata de cerrar la llave exterior del gas y llama a la empresa de gas desde una casa vecina. Una vez que se cierre la llave mayor del gas, sólo debe ser reconectada por un profesional.
Si vez chispazos o cables dañados, o huele a cable quemado, corta por completo la corriente de toda la casa y llama a un especialista. Acuérdate que los aparatos eléctricos deben ser inspeccionados y secados antes de usarlos nuevamente.
Después de una inundación, considera a todas las fuentes de agua como contaminadas, hasta que las autoridades digan lo contrario. En estos casos prefiere el agua embotellada, agua hervida por más de 3 minutos, o agua tratada con desinfectante.