La alarma en los cuarteles es la primera etapa de la acción bomberil.
Un pequeño incidente puede transformarse en un gran siniestro sólo porque no se llamó inmediatamente al 132 de Bomberos. Por eso es tan importante avisar de inmediato para que los Voluntarios puedan ir a la emergencia y actuar con rapidez.
Todos los Cuerpos de Bomberos disponen de una Central de Alarmas, con personal que registra la llamada y mediante planos especiales ubican el lugar y determinan qué Compañías –dependiendo de su especialidad- deben responder ese llamado.
Una vez que se da la alarma, el cuartelero que es un funcionario rentado, sale de inmediato – en un lapso menor a los 60 segundos – en el Carro bomba con los Voluntarios que se encuentre en el Cuartel. De acuerdo con la naturaleza de la emergencia, el despacho puede movilizar a más de una Compañía incluyendo, cuando es necesario, a las Unidades Especializadas.
Si no hay Bomberos en el Cuartel, el Carro sale de todos modos y los Voluntarios se informan del lugar del llamado mediante sus receptores de radio, y se dirigen directamente al siniestro en donde encuentran su traje de seguridad necesario para ingresar a un incendio.
Y si la emergencia se produce en la noche, Bomberos recluta a la Guardia Nocturna que está formada por Voluntarios que duermen en el cuartel, en dormitorios especialmente habilitados, con todo su equipo preparado para salir de inmediato en el Carro bomba.
El primer carro que llega al lugar del siniestro entrega radialmente a la central un preinforme, en el cual dice lo que ve y, si es necesario, dispone la movilización de recursos adicionales. También la Central se encarga de comunicarse con las demás Instituciones que deben participar en la emergencia: Carabineros, Salud, CONAF y las empresas que suministran agua, electricidad y gas. Esta es la importante labor que cumple Bomberos en los llamados de la comunidad. Un llamado al deber que se realiza sin descanso y con mucho profesionalismo.