Siempre es mejor prevenir que curar.
Todos tenemos en nuestras casas remedios, productos de limpieza, de jardinería, tarros de pinturas, etc. Por eso importante guardarlos en lugar seguro, fuera del alcance de los niños. A continuación te damos una guía para evitar que se produzcan intoxicaciones, alergia o irritaciones en niños o adultos.
– Etiqueta debidamente los recipientes si los trasvasijas, lo mejor es mantener los productos peligrosos en sus envases originales. Ten mucho cuidado con los envases que se parecen entre sí, ya que pueden invitar a confusiones peligrosas.
– Evita usar envases de productos alimenticios, o los utilizados para agua o bebidas, para rellenarlos con contenidos tóxicos. Si lo haces, remueve la etiqueta original del envase y pon una que identifique claramente el contenido del envase.
– Cuando uses un producto de alta toxicidad sigue al pie de la letra las instrucciones de uso del fabricante, que generalmente están en el reverso del envase.
– No almacenes en un mismo lugar alimentos con productos tóxicos. Prefiere un lugar alto y ojalá con llave para los peligrosos.
– Lo mismo con los medicamentos: no los guardes en muebles que se puedan abrir fácilmente ni que estén al alcance de los niños.
– Con los insecticidas y productos de jardinería también debes tener precauciones. Nunca los apliques de manera pulverizada sobre alimentos, personas o animales domésticos.
– Mantente alejado de las habitaciones que han sido fumigadas con insecticidas hasta que haya transcurrido el tiempo prudente, indicado en las instrucciones.
– No permanezcas en las habitaciones recién pintadas o barnizadas hasta que desaparezca el olor de los solventes.
– No uses estufas en los dormitorios sin ventilación. Al menos debe estar la puerta de la pieza abierta para que circule el aire fresco
– Si sientes olor a gas no acciones interruptores eléctricos ni enciendas fósforos o velas. Cierra el paso del gas, abre ventanas y puertas y llama a Bomberos para realicen una inspección.