Conoce cómo evitar pérdidas de energía y ahorra hasta un 10% de tu cuenta de calefacción con tan sólo reducir las fugas de aire de tu casa.
– Ubica tiras aislantes en las puertas y ventanas para evitar al máximo el escape del aire.
– Enmasilla y sella las fugas de aire en lugares donde las tuberías, los conductos o el cableado eléctrico pasan por las paredes exteriores, pisos o techos.
– Comprueba si hay manchas sucias en el aislamiento, lo que a menudo indica que hay huecos por donde entra y sale el aire de la casa. Para sellar los huecos se puede engrapar películas o láminas de plástico sobre los mismos y enmasillar los bordes del plástico.
– Lo ideal es reemplazar las ventanas con un solo vidrio por ventanas térmicas de doble cristal. El uso de cortinas aislantes o dobles también ayuda.
Aprovecha al máximo las fuentes de calor que tienes dentro de tu casa.
– Trata de usar utensilios de cocina como ollas o sartenes que sean de por lo menos el doble de tamaño del quemador que vas a utilizar.
– Fíjate que tu utensilio de cocina esté ubicado en el centro de la llama.
– Trata de tapar siempre la olla, de esta forma se genera un “efecto horno” y aprovechas más el calor.
– Tratar de utilizar utensilios de presión ya que estos cocinan los alimentos mucho más rápido y ahorran hasta un 50% de gas.
– Cuando lo que estas cocinando alcanza el punto de ebullición, reduce al mínimo la salida de gas.
– Cuando cocines en el horno trata de abrirlo lo menos posible, cada vez que se abre el horno aunque sea por unos segundos, se pierde un 20% de calor.
– Apaga el horno unos momentos antes de que se termine la cocción y así aprovechas el calor residual para terminar de cocinar.