Es indispensable conocer estos dispositivos para actuar correctamente ante una emergencia.
Después del fatídico incendio de la Torre Santa María, una de las medidas adoptadas fue la disposición que obligó a todas las edificaciones que superaran los 7 pisos de altura de dotarlas del sistema denominado red húmeda.
La red húmeda es una cañería instalada durante la construcción de un edificio y que abarca desde el subterráneo (independiente de la profundidad) hasta el último nivel de la edificación. El conducto cuenta además con una salida en todos los pisos, la que mediante una manguera dispuesta en los gabinetes -por norma de color rojo- pueden conducir agua hasta donde sea requerida, con la finalidad exclusiva de extinguir un incendio.
La red húmeda está conectada a un estanque y mediante una bomba se provee del vital elemento a una presión constante y adecuada para cumplir su tarea. Este conducto es (y debe ser) independiente del tramado dispuesto para el consumo, succionando el líquido desde una fuente distinta a la destinada para el agua potable.
Por su parte, la red seca está constituida por una tubería matriz que también abarca todos los pisos del conjunto de departamentos, pero en vez de conectarse a un estanque del edificio, posee dos entradas en el frontis de la estructura por donde bomberos se acopla e inunda la columna.
La gran diferencia de entre estos sistemas es su uso. Si bien ambos están diseñados para proveer agua y extinguir un siniestro, la red húmeda será útil para que el morador de un departamento pueda sofocar un amago de incendio en el menor tiempo posible, mientras que la red seca está dispuesta para que bomberos pueda proveer con agua el piso que necesite, con el volumen y presión necesaria para extinguir un fuego ya desatado y difícil de controlar por alguien sin el equipamiento y preparación idóneas.
Junto con estar consciente de la ubicación de las vías de evacuación y las zonas de seguridad que la administración del edificio ha dispuesto en caso de incendios y sismos, es responsabilidad de las personas que viven o trabajan en edificios, conocer la ubicación y funcionamiento de estos equipos primarios de extinción de fuegos.
No obstante, los edificios deben ajustarse a las normas establecidas en la ordenanza y a las disposiciones municipales. En este sentido, son dos los aspectos que pueden ser considerados fundamentales y que tú puedes revisar: el primero tiene relación con la longitud de la manguera. Si extendida esta no abarca desde su ubicación hasta los dos extremos más alejados del nivel, su implementación no tiene sentido, ya que de ocurrir un incendio precisamente en el sitio más apartado, no habría manera de extinguirlo con este sistema.
Lo segundo a tener en cuenta es la necesidad de una manguera de composición rígida o tubular que son más fáciles de utilizar. Por último, recuerda que al usar este sistema de extinción de fuegos, lo harás siempre y cuando el incendio se encuentre en una fase inicial, sin olvidar que llamar a bomberos es fundamental para evitar una tragedia mayor, aunque creas que las llamas ya han sido extinguidas. Dependiendo del tipo de construcción, muchas veces el fuego o las brasas pueden quedar cubiertas, ocasionado serios problemas si no son detectadas a tiempo. Mantén el Número de Bomberos 132 siempre a mano.