La alta intensidad del esfuerzo soportado por el personal de extinción es equiparable al de los deportistas de resistencia.
Con el objetivo de estudiar la respuesta fisiológica que experimentan quienes combaten los incendios en primera línea, se realizó una investigación pionera en España, que monitoriza la frecuencia cardiaca, la temperatura corporal o el nivel de deshidratación alcanzado durante las labores de extinción. En los momentos de máxima actividad, los efectivos analizados de las BRIF (Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales) tuvieron que soportar temperaturas ambientales de 65 grados o frecuencias cardiacas medias de hasta 162 pulsaciones por minuto.
Esta extenuante labor, realizada a alta intensidad de esfuerzo es comparable al de los deportistas de resistencia, atletas que durante ejercicios intensos de larga duración y fuerte calor aumentan considerablemente la temperatura corporal, la tasa de sudoración o la pérdida de peso.
En un escenario tan complejo, todo cuenta. Por eso en de suma importancia el diseño de la ropa de protección del calor exterior que permite la adecuada evaporación del sudor y protección de la piel. En un incendio forestal o en la ciudad es vital contar con equipos adecuados que amortigüen el estrés térmico que puede producir fatiga, deshidratación, aparición de patologías derivadas del calor, incluso verse disminuidas las capacidades cognitivas, lo que puede dar lugar a conductas de riesgo que deriven en accidentes.
Gracias a tu aporte mensual, el Cuerpo de Bomberos de Santiago procura mantener estos equipos en perfectas condiciones para proteger a los voluntarios que arriesgan su vida en cada incendio de ciudad o forestal. También se realizan cursos de estrategia para abordar diferentes escenarios y ejercicios específicos para mantener a bomberos en buena condición física.